El corazón de La Sierra de Sevilla
El alojamiento Rural “Las Corbachas”, se encuentra en pleno corazón de la Sierra Norte de Sevilla, en la localidad de Cazalla de la Sierra y a 6,4 kilómetros de la misma.
Rodeado de naturaleza, nuestros visitantes podrán disfrutar de unas vistas incomparables que invitan al descanso, la tranquilidad y al sosiego.
La vivienda es un cortijo antiguo, con capacidad para un total de 20 personas, equipada con placas solares, para así hacer un turismo sostenible y estar acorde con el entorno.
En su restauración, se ha conservado toda la magia y esencia de los caseríos típicos de la comarca, con sus anchos muros que aíslan del exterior en cualquier época del año.
Pónganse cómodos y disfruten de nuestra pagina web y si lo deciden, estaríamos encantados de recibirles.
Instalaciones
El cortijo está distribuido de la siguiente manera:
La Casa dispone de un amplio salón con chimenea, cocina, 2 baños completos, 1 habitación con cama de matrimonio y 1 habitación con cama de matrimonio y 1 cama individual. El resto de las habitaciones (tres), están ubicadas en la parte superior de la vivienda, con capacidad para 4, 5 y 6 personas, con camas de matrimonio e individuales.
La parte superior dispone también de un aseo.
Todas las habitaciones disponen de ventanas al exterior, desde donde se puede disfrutar del paisaje. El resto de las instalaciones están compuestas por: jardín, piscina, barbacoa y aparcamiento. Cuenta además con 12 hectáreas de alcornocales, encinas y castaños donde se puede hacer senderismo y paseos por el campo.
El Entorno
Actividades
La finca dispone de 12 hectáreas de encinas, alcornoques, castaños, olivos… donde se puede practicar el senderismo y admirar las incomparables vistas desde lo alto de la montaña.
La zona nos ofrece lugares donde disfrutar del deporte de la pesca.
También nos ofrece un pueblo que ha sabido guardar el encanto de los pueblos serranos y en el que podemos disfrutar de su amplia gastronomía y de las exquisiteces que, artesanalmente, se elaboran en Cazalla. Productos como Anises, dulces, chacinas, carnes, aceites… degustaciones que nuestros paladares agradecen, después de haberse perdido en un largo paseo entre empinadas calles y casas encaladas.
Monumentos, plazas y parques hacen de Cazalla, un pueblo con encanto.